Bonita casa de 3 dormitorios, ubicada en la zona nordeste de Mallorca, perfecta para disfrutar de unas vacaciones en un entorno rural cerca de algunas de las calas mas bonitas de Mallorca. Se trata de una antigua construcción de piedra mallorquina, reformada con un estilo tradicional y una arquitectura que combina detalles contemporáneos bien integrados que conservan el encanto original. El porche principal ubicado de forma estratégica y la distribución de la casa en una única planta, proporciona de luz natural a todas las instalaciones de la casa, así como salidas directas al exterior desde todas las habitaciones.
Los mas de 15.000 m2 de terreno, proporcionan un entorno tranquilo y relajado, donde tendrán garantizadas unas tranquilas vacaciones en contacto con la naturaleza de la isla.
Capacidad: 6 Extras: 1
Nº dormitorios: 3
Nº Baños: 2
Nº Plantas de la vivienda: 1
Dimensiones de la vivienda: 130 m2
Superficie del terreno: 15.000 m2
Calefacción: radiadores eléctricos y estufa de leña
Ventiladores
Piscina Dimensiones: 10x3.5 m Profundidad: 0.7 -1.5 m Depuración por cloro
Cuna
Trona
Internet
TV SAT
Lavavajillas
Lavadora
Secadora
Barabacoa
Párking: dentro de la propiedad
La cocina está totalmente equipada con horno, frigorífico/congelador, cafetera, tostadora, calentador de agua, microondas, menaje... La casa también esta equipada con toallas, sábanas y mantas para todos los huspedes.
DISTANCIAS
Mar: 12 Km
Hospital: 20 Km
Supermercado: 2 Km
Núcleo urbano: 2 Km
Aeropuerto: 70 Km
Esta vivienda se encuentra ubicada a tan solo 2 Km de Artá, el pueblo mas conocido de la zona nordeste de Mallorca, en la denominada Comarca de Llevant. Su entorno permite disfrutar de una máxima privacidad y tranquilidad, a la vez que permite estar a tan solo 5 minutos del municipio mas cercano que dispone de todos los servicios necesarios.
El municipio de Artá dispone de más de 25 Km de costa, que todavía conserva su estado natural y ha quedado preservada de las urbanizaciones. Destacan la playa y la formación dunar de sa Canova, el llano costero de la Colònia de Sant Pere, los altos acantilados del Cap de Ferrutx, refugio de algunas de las especies más raras de la flora y la fauna isleñas i, finalmente, toda una serie de calas pequeñas con playas de arena que van desde s'Arenalet d'Albarca hasta Cala Torta.
El paisaje del valle, donde se enmarca Artá, todavía conserva extensiones aisladas de encinar, pero se caracteriza por pequeñas parcelas cerradas de pared seca en las que predominan los cultivos de almendros, higueras y algarrobos.
Este paisaje de la montaña de Artà se ve complementado por los nobles edificios de las antiguas posesiones, símbolos indiscutibles de la importancia que, tiempo atrás, tuvieron las actividades agrarias.